Recuerdo el tacto de nuestras manos, el calor de tu piel.
atrapasueños de vivas arañas.
mujer fuerte que nombraste
Y nuestras manos se enlazaban y nuestras almas se confundían.
Tenias tu verde miedo y yo mi roja estupidez.
La justicia de dios rompería aquel encanto.
Mientras sigo esperando...